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Las nuevas formas de marketing se centran en ganar la atención de los clientes potenciales, al contrario que el marketing tradicional, que compra su atención
El objetivo final de una web, sea o no de e-commerce, es vender. Obtener ventas en su significado más literal —vender productos, servicios— o en su concepción menos material: obtener clientes potenciales (leads), seguidores, suscriptores…
¿Y cómo se consigue sortear a los competidores en la red para que el usuario se quede contigo? Esto dependerá de la experiencia que viva este usuario antes de entrar en tu web y una vez esté navegando. La experiencia, la emoción y la usabilidad serán los factores fundamentales que determinarán la decisión final del cliente y te diferenciarán del resto.
El tipo de relación que se establece entre empresa y cliente potencial ha evolucionado con la aparición del concepto de la web 2.0 y la web semántica, donde es el usuario quien se aproxima a la empresa y ésta la que debe seducir a su audiencia, emocionarla e implicarla con técnicas mucho más sutiles, hábiles y de calidad. Con la era digital nos despedimos del marketing y la publicidad invasiva. Ahora el contenido es el rey.
Es en este momento cuando aparece el llamado inbound marketing. Una combinación de técnicas de marketing digital, cuyo nombre fue acuñado por Brian Halligan, uno de los fundadores de Hubspot, su socio Dharmesh Shah y su asesor David Meerman Scott. El inbound marketing se refiere a la combinación integral de las distintas acciones del marketing digital: posicionamiento SEO, marketing de contenidos, social media marketing, generación de leads y analítica web.
Este conjunto de técnicas debe revertir a favor de la reputación, popularidad, tráfico e influencia hacia tu sitio web para que, como consecuencia de ello, logres tu objetivo final: vender.
¿Sabes que sólo tienes 10 segundos para captar la atención de tu público?
La personalidad, la audiencia adecuada y la promoción serán las claves para atraer al público en tan poco tiempo. Tal como afirma Mario Zarate, experto en marketing de contenidos: «Un mercado hambriento compra cualquier cosa». De ahí la importancia de encontrar tu nicho de mercado (ese mercado hambriento), usar el marketing para vender más, generar tráfico hacia tu sitio y ser activo en redes para atraer visitas a tu web.
Hagamos un paso rápido por una estrategia de inbound marketing.
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Encuentra a tu mercado online y offline, crea tu marca (branding) y ten claro tu producto. Tienes competencia, así que es necesario «espiarla» y copiar lo bueno que ofrece (benchmarking).
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Conoce a tu audiencia: deseos, pasiones, disposición de dinero, lenguaje, etc., para poder comunicarte al mismo nivel y detectar su intención de compra. Se trata de saber quién hay al otro lado de la pantalla de ordenador.
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Con un preanálisis de SEO detectarás cómo está posicionada tu competencia y las palabras clave o long tails que te puedan ayudar a mejorar tu posicionamiento y visibilidad.
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Genera leads para captar clientes potenciales, ya que pueden convertirse en clientes reales. Para ello es importante estudiar el tráfico de tu web, la conversión que tiene y el rendimiento económico. ¿Ofrecemos una newsletter atractiva? ¿Nuestros usuarios pueden suscribirse al blog? ¿Saben que tenemos un blog? ¿Nuestra landing page es atractiva e invita a navegar? Son cuestiones que surgen en este punto.
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Pon en marcha el engranaje de las redes sociales y el marketing de contenidos. Infografías atractivas, participación en foros, blogging… son técnicas cuyo objetivo será viralizar tu marca, tu producto, tu servicio. Contenido y diseño cobrarán especial importancia.
Después de leernos te puedes plantear algunas cuestiones:
¿Tengo un buen plan de inbound marketing reflejado en mi web?
¿Tengo un plan estratégico para vender en mi web?
¿Puedo explicar cómo mi web genera ventas?
En tu respuesta debería aparecer un concepto, el último elemento —no por ello menos importante— de toda estrategia de inbound marketing: la analítica web. En próximos artículos te ayudaremos a saber cómo usarla.
